
Martínez Touriño, un joven ejecutivo con una trayectoria profesional intachable, según sus compañeros, fue asesinado de un tiro en la cabeza el pasado lunes cuando acababa de salir de su casa, en la confluencia de las calles Travessera de Gràcia y Santaló de Barcelona.
El asesino, que iba con el rostro cubierto, lanzó la pistola a un contenedor de escombros y se dio a la fuga a pie, y desde entonces los Mossos tratan de descubrir quién es y si, como en principio todo parece indicar, trabajaba por encargo para alguien.
Según fuentes cercanas al caso, la falta de un móvil claro ha llevado a los Mossos a desarrollar una minuciosa tarea de investigación, en la que están reconstruyendo la vida del ejecutivo, tanto a nivel personal como profesional, para tratar de dar con alguna pista que arroje luz sobre el crimen.
Los Mossos han tomado declaración a gran cantidad de testigos, familiares, amigos y compañeros de la víctima, a los que están enseñando la fotografía de un hombre que, según algunos expertos, podría tratarse de un sospechoso o de alguna persona que, por su historial, pudiera abrir una nueva línea de investigación.
Con el objetivo de no dejar ningún cabo suelto, los agentes siguen rastreando las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la zona -que hasta el momento no han dado ningún resultado definitivo- y mantienen contacto con los comercios de la zona, en busca de más testigos.
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