La apertura del juicio tendrá lugar hoy a las 09.30 hora local (08.30 GMT) en la sala principal de la Audiencia Provincial de la ciudad de Sankt Polten, que se ha quedado pequeña ante la avalancha de reporteros que han acudido para cubrir el proceso.
Sin embargo, la prensa sólo podrá ser testigo de la lectura del pliego de acusación y de una breve réplica de la defensa.
Los cargos a los que se enfrenta Fritzl, que el 9 de abril cumplirá 74 años, son asesinato, esclavitud, violación, privación de libertad, coacción e incesto, que le pueden acarrear una pena máxima de cadena perpetua.
Hasta el momento, Fritzl ha confesado su culpabilidad en todos los cargos que se le imputan excepto en los de esclavitud y asesinato. De hecho, los expertos jurídicos consideran complicado probar la responsabilidad de Fritzl en la muerte del bebé.
Posteriormente, el proceso continuará a puerta cerrada para proteger la intimidad de la hija de Fritzl, Elisabeth, y de los seis hijos fruto de los abusos sexuales que padeció durante 24 años.
La lectura del veredicto, de nuevo abierta a la prensa, se espera para el jueves o el viernes de esta semana.
Sankt Polten, una ciudad de 52.000 habitantes al oeste de Viena y a 70 kilómetros de Amstetten, donde ocurrieron los hechos, está ya tomada por los 200 periodistas acreditados para cubrir el proceso.
Se han extremado las medidas de seguridad para evitar la filtración de información, sobre todo del testimonio de Elisabeth.
Los ocho miembros del jurado popular estarán bajo permanente supervisión para evitar que hablen con la prensa, la sala será registrada para detectar cámaras o micrófonos escondidos e incluso se ha restringido el espacio aéreo en torno a Sankt Polten.
Sin embargo, la prensa sólo podrá ser testigo de la lectura del pliego de acusación y de una breve réplica de la defensa.
Los cargos a los que se enfrenta Fritzl, que el 9 de abril cumplirá 74 años, son asesinato, esclavitud, violación, privación de libertad, coacción e incesto, que le pueden acarrear una pena máxima de cadena perpetua.
Hasta el momento, Fritzl ha confesado su culpabilidad en todos los cargos que se le imputan excepto en los de esclavitud y asesinato. De hecho, los expertos jurídicos consideran complicado probar la responsabilidad de Fritzl en la muerte del bebé.
Posteriormente, el proceso continuará a puerta cerrada para proteger la intimidad de la hija de Fritzl, Elisabeth, y de los seis hijos fruto de los abusos sexuales que padeció durante 24 años.
La lectura del veredicto, de nuevo abierta a la prensa, se espera para el jueves o el viernes de esta semana.
Sankt Polten, una ciudad de 52.000 habitantes al oeste de Viena y a 70 kilómetros de Amstetten, donde ocurrieron los hechos, está ya tomada por los 200 periodistas acreditados para cubrir el proceso.
Se han extremado las medidas de seguridad para evitar la filtración de información, sobre todo del testimonio de Elisabeth.
Los ocho miembros del jurado popular estarán bajo permanente supervisión para evitar que hablen con la prensa, la sala será registrada para detectar cámaras o micrófonos escondidos e incluso se ha restringido el espacio aéreo en torno a Sankt Polten.
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